El músico argentino promueve un material que emana un fuerte espíritu roquero y marca una nueva etapa en su carrera
GUADALAJARA, JALISCO (05/JUN/2010).- El músico argentino Diego Torres se define a sí mismo como “inquieto”. Dice que esa inquietud le impide quedarse “estancado” en un mismo estilo, por más exitoso que este le resulte. Esa filosofía es la que se oculta detrás de Distinto, un disco de fuerte raíz roquera que marca su vuelta al mercado discográfico tras cuatro años de silencio.
La actitud desenfadada del pampero es contagiosa. Por eso no le costó encontrar cómplices que convirtieran a Distinto en lo que llama “mi disco más redondo, posee un equilibrio justo. La gente espera que su artista preferido sea inquieto, que no se quede parado esperando a que las cosas le resulten fáciles”.
De sonrisa fácil pero de ideas claras, Diego Torres pasó un día en Guadalajara para promover su nuevo disco. De pisa y corre dirían algunos, él prefiere creer que este disco le está regalando la oportunidad de viajar por muchos lugares y llegar lejos. ¿A dónde? Tan lejos como lo permitan los oídos de sus fanáticos.
— ¿Cómo se siente Diego Torres con nuevo material, nueva casa disquera e incluso nuevo sonido?— Bien, comenzando un nuevo ciclo, una etapa llena de energía con una disquera que me respalda y que me brinda una enorme certidumbre. He estado viajando entre España, México, Argentina, Ecuador, Chile. Estoy a punto de partir a Israel y a Italia. Me siento bien y emocionado con la buena respuesta que está tendiendo el disco, eso hace que no me canse de subir y bajar de los aviones (risas).
— ¿Qué te llamó la atención de la palabra “Distinto”, para que decidieras bautizar así al disco?— Encontré que es una palabra que uso mucho, me sale de forma recurrente en el día a día. Siempre es un tema complicado encontrarle un título al disco, ser conciso, no ponerle nombre elaborados y largos como Diego Torres presenta como doblan las campanas a la vuelta de la esquina (risas). Creo que Distinto encierra muy bien mi momento actual y las inquietudes que tengo, de buscar un nuevo sonido, otros arreglos, otros temas. Es un disco más roquero, con más fuerza.
— Llama la atención el cambio de sonido, ¿tenías miedo de seguir por el mismo camino que ya te había dado éxito?— No, creo que es más bien cansancio. No me gusta quedarme quieto ni ser repetitivo. Tengo un estilo para escribir y una voz característica, pero eso no quiere decir que no busque renovarme, eso es algo que yo admiro en los artistas, los que andan siempre detrás de nuevos desafíos.
— Entre tu último disco y este pasaron cuatro años, ¿fue fácil el proceso creativo, fluyó como lo esperabas?—
Estuvo lleno de experimentos, de encontrar la dirección en la que quería llevar este disco, así que me tomé mi tiempo para que las canciones comenzaran a fluir, y fluyeron. Llegaron a los dos años y entonces todo fue claro. Yo me dejo llevar mucho por la intuición y por el corazón, eso es lo que impide que haga un disco cada seis meses, porque cada uno delos temas que escribo lo tengo que amar profundamente, ¿y cómo no lo voy a hacer si me van a acompañar toda la vida?
— ¿Te sientes orgulloso de toda tu música, o tienes alguna canción “maldita”?
— ¡Me gusta toda! (risas). Y me preocuparía que sonara igual mi primer disco y el último. Creo que hay un cambio en lo que he hecho, y es lo menos que podía pasar, porque comencé a los 20 años.
— Tu cambio de disquera llega en un momento convulso para la industria, ¿cómo percibes la metamorfosis que ha causado la nueva tecnología?
— (La industria) está transformándose, pero sigue siendo un gran momento para la música. El avance tecnológico le da una importancia enorme a los contenidos. Todos los aparatos nuevos de distintas empresas tienen un solo fin: Reproducir un contenido, y ese contenido en la música. Con el Twitter y el Facebook es todavía más interesante, la gente se puede enterar de inmediato, por ejemplo, que voy a venir a Guadalajara en septiembre o noviembre con la gira Distinto, o me pueden decir cuál les gustaría que fuera el siguiente sencillo. Me parece fantástico.
— ¿Es más fácil hacer música gracias a la tecnología?
— No. Creo que es una herramienta, pero no sustituye de ninguna forma el espíritu del esfuerzo y la actitud de trabajo. No podemos entrar en la era de la comodidad, esperar a que todo nos caiga del cielo.
Fuente: EL INFORMADOR/ Francisco González Rodríguez
sábado, 5 de junio de 2010
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